jueves, 11 de octubre de 2018

Ucrania en la Comunidad Polaco-Lituana

En 1385, en el pueblo de Kreva, hoy en Belarús, el Duque Jogaila de Lituania de 33 años, conocido como “Gran Duque de los lituanos y Señor de Rus’”, firmó un acuerdo prenupcial con los representantes de la Reina Jadwiga de Polonia, de 12 años. A cambio del trono polaco, aceptó el catolicismo para él y su reino e hizo una unión entre las tierras del Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania. Al bautizarse tomó el nombre de Wladislaw y un año después, fue coronado Rey de Polonia. Al siguiente año, en 1387, las fuerzas polaco-lituanas combinadas arrebataron Galitzia a los húngaros y la unieron al Reino de Polonia.



La unión se renegoció varias veces luego del acuerdo de Kreva, estrechando lazos entre las dos entidades políticas y culminando en la unión de Lublin (1569) la cual creó la Comunidad Polaco-Lituana. Las fronteras fueron realineadas durante esta etapa tansfiriendo la mayoría de territorios ucranianos a Polonia y dejando a Belarús dentro de la frontera Lituana. La unión de Polonia y Lituania, significó así la separación definitiva entre Ucrania y Belarús, que antaño habían pertenecido íntegramente a la Rus’ de Kyiv con sus principados.

A pesar de la formación de la Comunidad Polaco-Lituana culminada en 1569 con la unión de Lublin, el verdadero cambio de status político de la Rus’ vino antes, en 1413, con la unión de Horodlo, entendida por la historiografía como una unión dinástica que mejoró la unión de Kreva, acordada entre Jogaila, ahora Rey de Polonia y su primo Vytautas, Gran Duque de Lituania y que extendía muchos derechos y privilegios de la nobleza polaca, incluyendo la posesión incondicional de tierras en comparación con los de la nobleza lituana.

Alrededor de 50 familias nobles polacas ofrecieron compartir sus escudos de armas con el mismo número de familias lituanas. Pero había un detalle: solo se invitaron a familias lituanas católicas. Los nuevos derechos y privilegios no se acordaron con la élite ortodoxa. Esta fue la primera acción discriminatoria contra la élite de Rus’ a nivel estatal.

Retrato de Vytautas Magnus de Lituania

Luego de la muerte de Vytautas en 1430, la élites de Rus’ expresaron su disconformidad con las maniobras contra su status.

En la lucha por la sucesión del trono lituano que derivó en una guerra civil, los nobles de Rus’ encabezados por los Boyares de Volhynia, apoyaban a su candidato, el príncipe Svitrigaila. Su rival, el príncipe Zygomantas, respondió en 1439 con la extensión de los derechos y privilegios garantizados por la Unión de Horodlo a las élites ortodoxas del Gran Ducado, cambiando el curso de la guerra a su favor.

Posteriormente, en 1470, el Gran Duque y Rey de Polonia, Casimir IV, abolió el último vestigio de Rus’: el mismísimo Principado de Kyiv.

Aunque las leyes y la lengua de Rus’ estaban bien establecidas, comenzaron a perder su dominancia previa. La esencia de la cultura de Rus’ no pudo seguir compitiendo con la influencia latina y el idioma polaco, que tomó un lugar importante en el Gran Ducado luego de la unión de Kreva.

Retrato de Casimiro IV


En toda Europa, el siglo XVI estuvo marcado por el fortalecimiento de al autoridad Real, la centralización del Estado y por la regularización de las prácticas políticas y sociales. La otra cara de la moneda fue la oposición de la aristocracia al aumento del poder Real, el cual en el caso Polaco-Lituano vino de las casas aristocráticas del Gran Ducado, muchas de ellas arraigadas en la tradición principesca de la Rus’ de Kyiv y Galitzia-Vohlynia.

Pero a mediados del siglo XVI la oposición de la élite al aumento del poder Real disminuyó en respuesta a la amenaza externa al Gran Ducado, que solo se podría superar con la ayuda de Polonia. La amenaza venía del este, donde en el curso del siglo XV comenzaba a crecer un nuevo poder: el Gran Ducado de Moscovia.


En 1476, el Gran Principe Iván III, de Moskovia, el primero en autodenominarse Tzar (de César, por el tercer Imperio Romano que quería crear), declaró la independencia de su reino de las Hordas y rehusó seguir pagando tributo a los Khanes. Además lanzó una campaña para “ocupar Rus’”, tomando Nóvgorod, Tver y Pskov y reclamando las demás tierras de Rus’ que ya estaban fuera del reino mongol, incluyendo las de Ucrania.
En las últimas decenas del siglo XV, el recién creado Tzarato de Moskovia y el Gran Ducado de Lituania, entraron en un prolongado conflicto sobre la herencia de la Rus’ de Kyiv. Moskovia estaba a la ofensiva a inicios del siglo XVI y los Grandes Duques tuvieron que reconocer el dominio del Tzar sobre dos de sus territorios: Smolensk y Chernihiv. Esta fué la primera vez que Moskovia estableció su poder sobre el territorio de la actual Ucrania, luego el avance fue detenido por los Grandes Duques, pero se reanudó en la segunda mitad del siglo XVI.
Iván el Grande de Moskovia

Iván el Terrible
En 1558, Iván el terrible atacó Livonia, una de las fronteras del Gran Ducado que se encuentra actualmente entre Latvia y Estonia, comenzando la Guerra de Livonia (1558-1583), que duró un cuarto de siglo e involucró a Suecia, Dinamarca, Lituania y eventualmente Polonia.

En 1563, las tropas moskovitas cruzaron las fronteras del Gran Ducado tomando la ciudad de Pólatsk y atacando Vitebsk, Shklov y Orsha, todas de la actual Belarús.

Esta derrota aumentó el apoyo a la Unión del Gran Ducado con Polonia entre la nobleza lituana restante.

Iván el terrible

En diciembre de 1568, Sigismund Augustus, Rey de Polonia y Gran Duque de Lituania, acordó dos Dietas (asambleas) en la ciudad de Lublin, uno para el Reino de Polonia y otro para el Gran Ducado de Lituania, con la esperanza de que sus representantes acuñaran las condiciones de la nueva unión. Pero la Dieta del Reino de Polonia comenzó a hacer decretos, con la aprobación del Rey, donde transfería una provincia tras otra del Gran Ducado hacia Polonia.

Los nobles lituanos, que ya habían perdido sus provincias frente a Moscovia, ahora las pierden frente a Polonia. Para detener el despojo hostil por parte de su socio, los lituanos regresaron a Lublin para firmar un acuerdo dictado por los delegados polacos. Pero era tarde. En marzo de 1569, el palatinato de Podlachia en la frontera Ucrania-Belarús-Polonia, pasó a pertenecer a Polonia. Volhynia siguió en mayo y el 6 de junio, un día antes de retomar las conversaciones polaco-lituanas, las tierras de Kyiv y Podolia se transfirieron a Polonia.

La Unión de Lublin creó un nuevo Estado polaco-lituano con un único monarca a ser elegido por la nobleza de todo el Reino y una Dieta única. El nuevo Estado, llamado Comunidad de Dos Naciones (polaca y lituana), fue un Estado cuasi-federal, dominado por el Reino de Polonia, con su expansión geográfica y fuerza política.

El Reino incorporó los Palatinatos de Ucrania, no como un grupo, sino uno a uno, sin garantías de poder seguir utilizando el idioma ruteno (ucraniano medieval) en las cortes y la administración, ni la protección de los derechos de la Iglesia Ortodoxa.

En la Dieta de Lublin, la aristocracia local, representada por Príncipes y Boyares (misma clase que se opuso a la unión de Lituania), representaba las tierras ucranianas, pero a diferencia de sus contrapartes lituanos, los delegados ucranianos optaron por unirse al Reino, a cambio de garantías para sus leyes, idioma y religión.



Konstantyn Ostrozky, el más influyente de los príncipes locales, decidió retar a la unión retirando su apoyo al Rey. Ostrozky poseía un ejército de 20.000 hombres y caballería (diez veces más que el ejército real en la frontera). Varias veces se enfrentó tanto al trono polaco como al moscovita.

Los demás nobles no estaban en posición de desafiar a este poderoso magnate, de quien dependían económica y políticamente. Ni siquiera el Rey o la Dieta se atrevían a retar la autoridad de este Rey de Rus’ sin corona.

Los Ostrovsky fueron de los príncipes ucranianos más ricos, quienes mantuvieron y aumentaron su fortuna e influencia luego de la Unión de Lublin, aunque no fueron los únicos. Otra familia muy influyente de príncipes de Volhynia fueron los Vyshnevetsky.

El principe Myjailo Vyshnevetsky poseía tierras hasta el este del Dnipró y aún así su riqueza era insignificante en comparación con los Ostrozky. Estas tierras no estaban colonizadas o habían sido abandonadas por los colonos en tiempos del dominio mongol y estaban ahora abiertas al ataque de los Noghay y tártaros de Crimea. La familia Vyshnevetsky se expandió hasta la estepa, creando nuevos asentamientos, estableciendo pueblos y fundando monasterios.

Las posesiones de los Vyshnevetsky en Ucrania, al este del Dnipró, pronto comenzaron a rivalizar con las de los Ostrozky en Volhynia. Estas dos familias principescas, fueron los mayores terratenientes en Ucrania para la época.
Un gran incentivo para la colonización de las fronteras de la estepa vino con el Tratado del Báltico. Con el aumento de la demanda de grano en los mercados europeos, Ucrania comenzó a labrarse su futura reputación de “Granero de Europa”. Esta fue la primera vez que el grano ucraniano apareció en los mercados extranjeros desde la época de Herodoto.

Los campesinos migraron en masa a esta área, abandonando la servidumbre de las zonas cercanas a los centros de gobierno. Simplemente migraron a la frontera de la estepa donde los príncipes y nobles establecieron asentamientos libres de impuestos. A cambio, debían habitar y desarrollar la zona.

La migración hacia el este, creo nuevas oportunidades económicas y culturales para los judíos ucranianos. Según estimaciones conservadoras, el número de judíos en Ucrania aumentó en más de 10 veces desde mediados del siglo XVI para mediados del siglo XVII, aumentando de aproximadamente 4.000 hasta por encima de 50.000.
Konstantyn Ostrozky, reunió un equipo de expertos que compararon los textos de la biblia en griego y eslavónico, modificando las traducciones de la Iglesia eslavónica y publicó el principal y más importante texto ortodoxo. Su trabajo tuvo una proyección internacional, en la que estuvieron involucrados no solo participantes de Lituania y Polonia, sino también de Grecia, mientras las copias de su trabajo se realizaron en Roma y Moscú. La “Biblia de Ostrih” se imprimió por primera vez en 1581 con un estimado de 1500 copias. Cerca de 400 copias han sobrevivido y se puede ver una de ellas en la Biblioteca Houghton de la Universidad de Harvard.


Ostrozky no paró con la publicación de la biblia, sino que continuó publicando en eslavónico y ruteno, este último más accesible al público. También fundó la Escuela para la Juventud Ortodoxa, algo parecido a lo que hicieron los Radvilas con el Calvinismo.

Estas acciones que exploraba Ostrozky, parecen indicar que quería mover el trono patriarcal de Constantinopla a Ostrih.

Ostrozky, el Rey de Rus’ no coronado, buscó la justificación religiosa e histórica para el papel que tenía en la región que dominaba. En los textos de la Biblia de Ostrih, se ve como los autores le tenían como el continuador del desarrollo religioso y educativo que comenzaron los Kniaz Volodymyr el Grande y Yaroslav el Sabio en la Rus’ de Kyiv.

Uno de los editores de la Biblia escribió: “Volodymyr iluminó la nación con el bautismo, mientras que Kostiantyn (Ostrozky), nos trajo la luz con las escrituras de la sabiduría Santa”. Y continuó: “Yaroslav embelleció Kyiv y Chernihiv con Iglesias, mientras que Konstiantyn elevó una iglesia universal con sus escrituras”.

Harasym Smotrytsky, un renombrado teólogo y quien parece haber escrito el texto citado, venía de la “Rus’ polaca”, que comprendía Galitzia y el oeste de Podilia. Allí los nobles y burgueses rutenos (ucranianos y belarusos) se beneficiaron de la educación del Renacimiento polaco, mucho antes que sus similares en el Gran Ducado de Lituania.

Los intelectuales ortodoxos que relacionaban a Ostrozky con Volodymyr y Yaroslav, y los Panegiristas polacos, establecieron sus lazos históricos con Danylo de Halych, el más famoso Rey de la Volhynia natal de los Ostrozky, así como a los principes Zaslavsky, que se emparentaron a los Ostrozky por matrimonio, y estos hechos definieron un espacio donde existía relación entre la Iglesia ortodoxa y las tierras rutenas (ucranianas y belarusas) del Gran Ducado de Lituania. A este espacio se le llamó la “Rus’ polaca”, que eran las tierras ortodoxas tomadas por el Reino de Polonia.

Esto fue la base histórica y política que permitió la delimitación geográfica de la nación ucraniana moderna.